28 setiembre, 2005

EL OSO Y LOS VIAJEROS


Dos viajeros iban juntos por la carretera cuando de repente apareció un oso.
Uno de ellos corrió hacia un árbol, trepó a las ramos y se ocultó.
El otro no era tan ágil ni tan joven como su compañero y, como no pudo escapar, se arrojó al suelo y fingió estar muerto.
El oso se le acercó y lo olfateó, pero el viajero se quedó muy quieto y contuvo el aliento, pues dicen que un oso nunca toca un cadáver.
El oso lo tomó por un cadáver y se alejó
Cuando pasó el peligro, el viajero del árbol bajo y preguntó al otro que le había susurrado el oso cuando le acercó la boca a la oreja.
El otro respondió
- Me aconsejó que nunca viajara con un amigo que me abandonara ante la primera señal de peligro.
“Los hombres no tienen tiempo de conocer nada. Compran las cosas hechas, pero no existe quien venda amigos”